El sello ISSOP distingue a aquellas organizaciones y empresas que se han comprometido de forma determinante con la excelencia en el ámbito de la sostenibilidad, del respeto por el medio ambiente y por las personas, con el objetivo de promover un cambio hacia un nuevo paradigma, basado en un modelo económico donde la economía del bien común y la sostenibilidad sean los referentes.
Es decir, se trata de rechazar la estrategia comercial de algunas empresas de reducir deliberadamente la vida de un producto para fomentar su consumo: muchos fabricantes programan la duración de vida de sus productos para que en un periodo de tiempo programado de antemano, se vuelven obsoletos o inservibles, con el fin de que el consumidor tenga que comprar uno nuevo.
Para poder recibir el sello, las organizaciones deben cumplir un decálogo de buenas prácticas, entre las que destacan que los productos sean reparables por un coste menor al de comprar uno nuevo o que la garantía del producto tenga un mínimo de dos años obligatorios por ley.
La iniciativa se ha puesto en marcha por Feniss: Fundación que lucha por un desarrollo sostenible real y efectivo y que nace con la vocación de ser un centro de referencia mundial sobre la necesidad de eliminar de nuestras vidas la obsolescencia programada.
Fuente: Una empresa aragonesa recibe el sello Issop, que aboga por productos sin obsolescencia programada