Como es lógico, uno de los mayores miedos y peligros de las personas con movilidad reducida es la atrofia muscular. Esta se genera debido a que tanto los músculos como las articulaciones necesitan moverse. Si esto no ocurre, es cuando aparece la atrofia muscular, el músculo se debilita y reduce su tamaño. Pero, esto tiene solución.
Por ello, es necesario evitar por todos los medios que los músculos se debiliten y pierdan fuerza ya que, en este momento, entramos en un círculo vicioso. Es decir, cuando el músculo esté atrofiado, la persona no podrá moverlo, y si no hay movimiento, el músculo se atrofiará todavía más.
Esta problemática se puede generar en multitud de perfiles, como personas inválidas o en las personas mayores. En estos casos es fundamental contar con una tabla de ejercicios y un control y cuidado médico para cuidar de su salud. El ejercicio físico es importante en todas las personas, pero lo es aun más, si cabe, en las personas con dificultad de movimiento.
Y, es que, el ejercicio físico aporta muchos beneficios. Estas ganancias ya no se reducen únicamente en lo referido a la salud física si no también mental. De esta forma, las personas con dificultad de movimiento mediante el ejercicio físico mejorarán también su autoestima y su actitud.
Es obvio que para las personas con dificultad de movimiento realizar ejercicio de manera independiente puede ser todo un reto. Sin embargo, en Happylegs podemos dar la solución a estas personas y otorgarles el movimiento que necesitan para su salud física y mental.
Actualmente, son miles las personas con movilidad reducida o con enfermedades crónicas que están mejorando y cuidando de su salud con Happylegs. Estas personas utilizan diariamente nuestras máquinas de gimnasia pasiva para ejercitar sus piernas consiguiendo los siguientes beneficios:
Para las personas con movilidad reducida o con enfermedades crónicas, Happylegs es la máquina de gimnasia pasiva que les ofrece independencia para el cuidado de su salud. Y, es que, aunque de forma autónoma no sea posible, mediante al movimiento pasivo de Happylegs estas personas pueden mover las piernas.
Su funcionamiento es muy sencillo. Únicamente, la persona debe de estar sentada y colocar cada uno de los pies en los dos pedales de la máquina. Tras este paso, lo único que deben hacer es sujetar los pies a dichos pedales mediante nuestras correas sujeta pies y, tras esto, deben seleccionar la velocidad a la que desean que se muevan sus piernas. Este pequeño esfuerzo realizado diariamente durante tres horas es equivalente a caminar una hora, junto a todos los beneficios clínicos que esto supone.
De esta forma, Happylegs otorga autonomía de movimiento a las personas con dificultad de movilidad mientras realizan lo que más les guste, leer un libro, ver la tele o hablar con sus amigos.
Con Happylegs mueves las piernas mientras mueves tu corazón.